Abril 20, La “receta de Romanos”

 

Jesús fue hecho pecado con nuestra pecaminosidad para que seamos hechos justos con Su justicia.

 

Ahora vamos a Romanos 6 para ver lo que yo he llamado la "receta de Romanos". La palabra receta evoca la imagen de un libro de cocina. Si los cristianos usáramos la Biblia de esa manera simple y sencilla, en forma práctica como un chef utiliza las recetas de cocina; nos daríamos cuenta de que las recetas de Dios siempre funcionan. La “receta de Romanos” es la manera en que Dios hace que estas verdades del Evangelio funcionen en nuestras vidas.

 ¿Qué concluiremos? ¿Vamos a persistir en el pecado para que la gracia abunde? ¡De ninguna manera! Nosotros, que hemos muerto al pecado, ¿cómo podemos seguir viviendo en él? ¿Acaso no saben ustedes que todos los que fuimos bautizados para unirnos con Cristo Jesús en realidad fuimos bautizados para participar en su muerte? Por tanto, mediante el bautismo fuimos sepultados con él en su muerte, a fin de que, así como Cristo resucitó por el poder del Padre, también nosotros llevemos una vida nueva. En efecto, si hemos estado unidos con él en su muerte, sin duda también estaremos unidos con él en su resurrección. Sabemos que nuestra vieja naturaleza fue crucificada con él para que nuestro cuerpo pecaminoso perdiera su poder, de modo que ya no siguiéramos siendo esclavos del pecado; porque el que muere queda liberado del pecado. Ahora bien, si hemos muerto con Cristo, confiamos que también viviremos con él. Pues sabemos que Cristo, por haber sido levantado de entre los muertos, ya no puede volver a morir; la muerte ya no tiene dominio sobre él. En cuanto a su muerte, murió al pecado una vez y para siempre; en cuanto a su vida, vive para Dios. (Romanos 6:1-10 NVI)

La última parte de esta receta es una declaración tremenda “el pecado ya no tiene dominio sobre ti”, la liberación del pecado y de todas sus malas consecuencias viene por medio de nuestra identificación con Jesucristo en su muerte, sepultura, resurrección y ascensión.

 

Gracias Jesús por tu obra en la cruz. Proclamo que el pecado no tendrá dominio sobre mi porque Jesús fue hecho pecado con mi pecaminosidad para que yo fuese hecho justo con Su justicia. Amén.

Share this post