La fidelidad de Dios a su pacto

 

Salmo 136:1, 13–15

Alabad a Jehová, porque él es bueno,
porque para siempre es su misericordia.
Al que dividió el Mar Rojo en partes,
porque para siempre es su misericordia;
E hizo pasar a Israel por en medio de él,
porque para siempre es su misericordia;
Y arrojó a Faraón y a su ejército en el Mar Rojo,
porque para siempre es su misericordia.

 

Aquí se nos exhorta a dar gracias a Dios en todo porque para siempre es su misericordia. La palabra que se traduce aquí misericordia en hebreo es chesed. Esta palabra tiene un significado muy especial. Creo que la mejor forma de interpretarla es “la fidelidad de Dios en guardar su pacto”, y en cada situación y en cada circunstancia se nos exhorta a ver la fidelidad de Dios a su pacto, ya sea en la creación, en la redención, o si hay juicio. La fidelidad de Dios a su pacto se demuestra en todos ellos.

En el pasaje se exhorta a Israel a dar gracias por haber sido librado de Egipto, porque habían pasado por las aguas del mar Rojo, porque Dios dividió las aguas del mar Rojo. Pero también se les exhorta a dar gracias porque Dios arrojó a los egipcios. La misma agua que trajo liberación para Israel trajo juicio y destrucción para sus enemigos, para Egipto.

Así pues, en cada situación y en cada circunstancia el salmista nos exhorta a ver la fidelidad de Dios a su pacto. Ya sea en redención o en juicio, todo es una manifestación de la fidelidad de Dios a su pacto.

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