En mi vida, yo he tenido el privilegio de orar por miles de cristianos que están enfrentando muchos problemas en sus vidas. Aunque las situaciones han variado de una persona a otra, hay un problema fundamental. En un momento de nuestra vida, la mayoría de nosotros, si no es todos, pasamos por la desesperanza.

Como cristianos, tal vez tendremos que luchar en contra de la desesperanza, ¡pero no es necesario sucumbir a ella! La esperanza genuina, como se presenta en las Escrituras, tiene el poder para cambiar nuestra perspectiva en la vida. ¿Pero qué hacemos cuándo estamos perdiendo esta antigua lucha? Este será el tema que estaremos tocando en este último fascículo de nuestra serie La Esperanza. Confió que esta serie e incluyendo los fascículos anteriores, le ayudará a entender lo que es la esperanza, y cuan importante es, y sobre todo, como puede obtenerla usted.

La esperanza de gloria

Hasta ahora en esta serie hemos descubierto las ocho verdades esenciales de la esperanza. Un resumen breve de estas verdades nos dará una buena base para lo que hablaremos en esta enseñanza. Estas verdades son de gran importancia, y las repetiré:

• Primera, hay tres verdades que permanecen en la vida del cristiano: la fe, la esperanza y el amor.
• Segunda, el nuevo nacimiento produce esperanza, que nos hizo renacer para una esperanza de vida.
• Tercera, la esperanza está basada en la resurrección de Cristo. 
• Cuarta, la esperanza anhela la venida de Cristo, la Biblia hace referencia a esta bendita esperanza.
• Quinta, la fuente de esperanza es el amor de Dios.
• Sexta, la esperanza motiva a vivir en santidad.
• Séptima, esta clase de esperanza produce cristianos seguros.
• Y la octava es, nuestra esperanza es una parte esencial para nuestra salvación, basada en estas palabras: “Cristo en ustedes, la esperanza de gloria”.

Dos alternativas Importantes

En mi última carta, hablamos de un contraste importante que me gustaría mencionar de nuevo; eso es, el contraste entre aquellos que tienen esperanza y aquellos quienes no la tienen. En Colosenses 1:27, Pablo habla del misterio que se ha mantenido oculto por siglos y generaciones, pero que ahora se ha manifestado al pueblo de Dios. Pablo lo resume en estas breves palabras dice, “Cristo en ustedes, la esperanza de gloria” Entonces cuando Cristo mora en usted, usted tiene la
esperanza de gloria.

¿Qué pasa con quienes no tienen a Cristo? En Efesios 2:12, Pablo dice, “…entonces ustedes estaban separados de Cristo, … sin esperanza y sin Dios en el mundo.” Entonces solamente hay dos alternativas para todos nosotros: si Cristo mora en nosotros, tenemos la esperanza de gloria, de vida eterna con Cristo. Sin embargo, si Cristo no mora en nosotros, estamos sin esperanza y sin Dios.

Mientras usted medita en esto, déjeme sugerir que usted debe asegurarse de estar en la primera categoría. ¿Mora Cristo en usted? ¿Usted sabe lo que es tener la esperanza de gloria en usted?

Regocijo en las Tribulaciones

En la introducción de la serie, compartía mi experiencia personal de un tiempo en mi vida, cuando desesperadamente estaba necesitando la esperanza. Eventualmente el Espíritu Santo me llevó directamente a las Escrituras, y allí Él suplió mi necesidad. A causa de esa experiencia, yo tengo un gran deseo de que todo cristiano reciba el entendimiento de la esperanza, especialmente cuando tienen luchas.

¿Qué sucede cuando nuestra esperanza es probada? Veamos la respuesta en Romanos 5:1-5

“Así, pues, justificados [significa absuelto/inocente, hechos justos por fe] por la fe tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo por quien tenemos también, por la fe, acceso a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos regocijamos en la esperanza de la gloria de Dios. Y no sólo esto, sino que también nos regocijamos en los sufrimientos, porque sabemos que los sufrimientos producen resistencia, Así, pues, justificados por la fe tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, la resistencia produce un carácter aprobado, y el carácter aprobado produce esperanza. Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado”. (RVC)

Pablo nos dice que nos regocijamos en la esperanza de la gloria de Dios La palabra regocijarnos significa gozar, y estar totalmente seguros. Ten en cuenta que la esperanza produce ese gozo, seguridad y confianza, aun hasta el punto de tener audacia. Pero no es todo lo que Pablo nos quiere decir. El continúa diciendo:

“y nos regocijamos en la esperanza de la gloria de Dios. Y no sólo esto, sino que también nos regocijamos en los sufrimientos [o tribulaciones]”

En este versículo Pablo nos dice algo muy diferente a lo que dijo en el versículo anterior. Podemos entender lo que es regocijo en la esperanza, pero ¿cómo entender el regocijo en el sufrimiento y las pruebas? Quizás, nunca lo ha pensado de esa manera. ¿Cómo reacciona a la tribulación? ¿Se regocija en ella?

¿Porque debemos regocijarnos en nuestras tribulaciones? Pablo nos explica:

“porque sabemos que los sufrimientos producen resistencia [o perseverancia]; la resistencia produce un carácter aprobado, y el carácter aprobado produce esperanza. Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado”

En estos versos, Pablo nos está indicando una etapa progresiva que lleva a la esperanza. Cuando estamos en tribulación, si nos mantenemos en la fe, entonces podemos mantener nuestra esperanza. ¿Qué hace la tribulación para nosotros? Esta inicia una etapa progresiva la cual es importante para producir el carácter del cristiano, para darnos una esperanza fuerte, estable y segura.

Veamos, la esperanza necesita ser probada por la tribulación para que sea genuina y fuerte. Note la etapa progresiva en esto: los sufrimientos producen resistencia [o perseverancia]; la resistencia produce un carácter aprobado, y el carácter aprobado produce una esperanza que no nos defrauda.

Que produce la Tribulación

Déjenme decirles sobre la perseverancia. ¿Sabe cuál es la llave para la perseverancia? ¡Es perseverar! No hay otra manera de aprender como perseverar más que perseverar. Es como nadar. Puede tener toda la teoría sobre la natación, puede aprender todos los movimientos, y puede saber los datos de cómo respirar. Pero básicamente la única manera de aprender cómo nadar es nadar. Y la única manera de aprender como perseverar, es perseverar.

Entonces cuando se encuentre en un momento de tribulación, debemos recordarnos de estas tres verdades: la prueba en que estamos pasando es para nuestro bien. Nos ayuda. Dios nos permite pasar por estas pruebas porque de esa manera puede producir lo que necesitamos: una esperanza fuerte, segura, radiante e inmovible. La tribulación produce perseverancia.
¿Qué produce la perseverancia? Produce un carácter aprobado. Una persona que enfrenta la tribulación y sale victoriosa tiene un carácter probado. Pablo nos dice que “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.” (Romanos 8:37). ¿Qué significa ser “más que vencedores”? Yo lo entiendo de esta manera: usted sale de la tribulación con más de lo que tenía cuando usted comenzó. Sale siendo un vencedor, no solo que se mantuvo firme, sino que, tuvo una victoria. Así es cuando perseveramos en la tribulación, tenemos un carácter probado.

El carácter probado es esencial porque establece nuestra esperanza. Al comenzar la tribulación teníamos la esperanza de la gloria de Dios. Pero cuando salimos de la tribulación, tenemos aún más esperanza. Y esa esperanza probada, no nos defrauda, pero nos abre al amor de Dios.

Porque para recibir la llenura del amor de Dios tiene que tener un carácter aprobado. Tiene que estar estable. Tiene que ser una vasija lo suficiente fuerte y grande para contener todo el amor que Dios quiere derramar en usted.

La puerta de la Esperanza

Me gustaría ilustrarles este proceso usando un pasaje del Antiguo Testamento. En Oseas capítulo 2, Dios le dice a Israel como Él va a tratar con ellos. Les dice que los llevará por un tiempo de tribulación. Pero también les dice esto: “Y le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acor por puerta de esperanza” (Oseas 2:15). Es importante saber que la palabra Acor significa “tribulación”. Entonces el Señor está diciendo “Dejaré que Israel entre en la tribulación, pero obraré en la tribulación para que sea una puerta de esperanza”. Esto es un principio bíblico maravilloso. Cuando Dios nos lleva por la tribulación, recuerda que siempre hay una salida, y esta es la puerta de esperanza.

Los dos requisitos

Quiero explicarles brevemente algunos requisitos para cultivar esta esperanza fortalecida y segura, de la que estamos hablando. El primer requisito es que tenemos que obedecer la escrituras, lo que nos manda la Biblia. Pablo nos dice en Romanos 15:4 “De hecho, todo lo que se escribió en el pasado se escribió para enseñarnos, [Pablo está hablando de las Escrituras; dice que toda la Escritura fue hecha para nuestra enseñanza. ¿Con qué propósito? ...] a fin de que por medio de
la paciencia y del consuelo de las Escrituras tengamos esperanza”.

Ya hemos visto que la perseverancia es esencial para cultivar este tipo de esperanza. Pero Pablo está diciendo que también necesitamos el aliento [consuelo] de las escrituras. Al enfrentar tribulación y sufriendo, escudriñes las escrituras. ¡Léalas y crea en ellas! Ellas le alentarán y fortalecerán su esperanza. No se niegue a esta maravillosa fuente de esperanza de Dios que son las escrituras.

Quizás, habrá tiempos que no tendrá ganas de leer la Biblia, pero tome la decisión de leerlas. Diga “Yo voy a leer la Biblia hasta que escuche la voz de Dios. Hasta que encuentre algo que fortalezca mi esperanza y me dé la gracia para seguir perseverando.” Recuerde que la Biblia fue escrita, para enseñarnos, para que por ella tengamos esperanza.

Por el poder del Espíritu Santo

El segundo requisito es: La esperanza solamente puede venir, en su totalidad, por el poder sobrenatural del Espíritu Santo. Mas adelante en el capítulo quince de Romanos, Pablo nos da estas palabras hermosas:

“Y el Dios de la esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, [Piense en lo que significa, estar lleno de paz y alegría. ¿Cuál es el resultado? El continua …] para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.” (Romanos 15:13, LBLA)

Dios quiere llenarnos de todo gozo y paz, para que podamos “abundéis en esperanza.” Esto significa que vamos a tener suficiente esperanza, no solamente para nosotros, sino para poder ministrar a otros cuando están desanimados. Porque nosotros tenemos la palabra de esperanza, una palabra de ánimo para ellos. Pero tenga en cuenta que es por el poder del Espíritu Santo. Nosotros no podemos hacerlo por nuestra propia cuenta. El Espíritu Santo es el único agente quien puede ministrar esta esperanza victoriosa en nuestras vidas.

El Dios de Esperanza

Me gustaría cerrar esta serie sobre el tema de la esperanza con esta frase hermosa que se encuentra en Romanos 15:13; “Y el Dios de la esperanza os llene” Note, Él es el Dios de la esperanza. Sin no conoce a Dios no tiene esperanza. Él es la única fuente de toda esperanza verdadera. Mi oración es que la esperanza de Dios le llene.

Proclamemos esta escritura sobre nuestras vidas. “Y el Dios de la esperanza los llene de todo gozo y paz en el creer, … para que abunden en esperanza por el poder del Espíritu Santo…”

Considere estas palabras. Medite en ellas. Cuando se encuentre enfrentando una tribulación o aflicción, recuerde esta oracion. Declárelas de nuevo hasta que se hagan realidad en sus vida y experiencia.

Si gusta compartir esta carta de enseñanza puede bajarla aqui